¿Cuántos palacios necesita un príncipe? El heredero al trono de la familia real británica parece necesitar varios. Dentro de pocas semanas, Carlos de Inglaterra y su compañera sentimental, Camilla Parker-Bowles, (ambos en la foto vertical, el 20 de junio del 2000 en su primera aparición pública como pareja) se trasladarán a su nueva residencia londinense de Clarence House, a un paso del palacio de Saint James, que el príncipe seguirá conservando para funciones oficiales y administrativas.

La magnífica mansión del siglo XIX (en la foto de la derecha, la fachada, y abajo, una de las estancias), que fue el hogar de la reina madre desde 1953 hasta su muerte el pasado año, ha sido totalmente renovada y lujosamente decorada bajo la supervisión del príncipe y su amante.

Camilla, que la pasada semana estuvo dando un repaso final a los trabajos, tendrá despacho propio y un apartamento privado con dormitorio, salón y baño, en la segunda planta. Otro miembro de su familia, su padre, el mayor Bruce Shand, de 86 años, también dispondrá de una suite permanente, que podrá utilizar durante sus estancias en la capital. Pero la generosidad de Carlos con Camilla y sus parientes no enternece a los británicos, quienes, después de todo, son los que van a pagar las obras de Clarence House.

La factura de albañiles, fontaneros, tapiceros y diseñadores se ha disparado a casi 7 millones de euros (1.164 millones de pesetas). Tampoco el Parlamento ha sido informado de los dispendios del príncipe de Gales, severamente criticado en los últimos años por su extravagante tren de vida. "¿Cómo se puede justificar que el dinero público se gaste en mantener a la señora Parker-Bowles, que no tiene obligaciones públicas de ningún tipo?", señalaba esta semana un polémico editorial del diario The Guardian.

El periódico se preguntaba también cuántos palacios necesita Carlos. Desde la muerte de su abuela, el príncipe ha duplicado sus residencias, seis en total.