Carlos de Inglaterra descarta de momento el comparecer en televisión para responder a las acusaciones que le involucran en un incidente sexual comprometedor. El príncipe está recluido en su casa de Highgrove, donde el domingo celebró un consejo de guerra con Camila Parker-Bowles y su hijo Guillermo.

Un grupo de asesores se reunió ayer con Carlos (en la foto, el domingo en Omán) para estudiar la mejor estrategia ante la crisis. "De momento, no hay planes para presentar ninguna demanda legal y el príncipe no tiene intención de aparecer en televisión", afirmó una portavoz.

Simon Solari, que trabajó 15 años para el príncipe, salió ayer en su defensa. Solari sugirió que el mayordomo George Smith no pudo ver lo que dice que vio, ya que no podía tener acceso a los aposentos en los que presuntamente ocurrió el incidente. Desde hace una semana, la prensa habla sobre la supuesta bisexualidad del príncipe.