El príncipe Carlos de Inglaterra estuvo a punto de cancelar su boda con Camilla Parker-Bowles (ambos, en la foto) en vista del revuelo armado por los caóticos preparativos del enlace, pero su tenaz prometida logró disuadirle, según publicó ayer el dominical Sunday Express, según el cual la propia Camilla se ha visto obligada a tomar el timón ante el temor de que el heredero del trono británico no superase el estrés.

Según fuentes citadas por el periódico británico, Carlos estuvo tentado de arrojar la toalla durante su reciente viaje a Australia. Sus más estrechos colaboradores pidieron entonces a Camilla que le convenciera para seguir adelante con sus planes de boda porque de otro modo la monarquía británica iba a convertirse en el hazmerreír del mundo. La pareja está ultimando los detalles para visitar EEUU el próximo mes de octubre, donde serán recibidos por George Bush.