La operación Permiso de conducir por un euro al día, que Francia puso marcha en octubre del 2005 y que se implantará en España el 1 de noviembre, ha tenido más efecto en el bolsillo de los jóvenes que en las carreteras del país. Si bien uno de cada dos franceses de 16 a 25 años que ha pasado la prueba de conducción se ha acogido a la medida --en un año se concedieron 60.151 préstamos--, el número global de carnets expedidos no se ha disparado. En el 2006 apenas se entregaron 2.000 permisos de conducción más respecto a los cerca de 700.000 del año anterior.

El plus que da el dispositivo a la formación de los noveles --las 4.500 autoescuelas adheridas se comprometen a mejorar la calidad de la enseñanza y a sensibilizar a los alumnos sobre los riesgos de saltarse las normas-- tampoco ha bajado el número de víctimas entre jóvenes, pese a que la estadística global sigue descendiendo.

El 40% de los fallecidos en la carretera tienen entre 16 y 24 años y el tráfico sigue siendo la primera causa de mortalidad en esa franja de edad. Ante esta cruda realidad --30 jóvenes franceses pierden la vida cada semana en accidentes, casi siempre de noche y en fin de semana-- el Gobierno lanzó en marzo una campaña de sensibilización.

CAMPAÑA INSTITUCIONAL Los anuncios difundidos en los medios de comunicación reflejan sobre todo los efectos negativos del alcohol --un tercio de los accidentes están ligados a su consumo--, el cannabis --incrementa 15 veces el riesgo de sufrir un siniestro mortal-- y la fatiga, puesto que 17 horas de vigilia activa equivalen a 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. "Todavía es pronto para evaluar los efectos de la operación del permiso a un euro. Forma parte de un conjunto de medidas destinadas a mejorar la formación de los jóvenes, que es una de nuestras prioridades", explica un responsable de la dirección de Tráfico.

Desde hace cinco años, la seguridad viaria forma parte del programa de educación nacional desde las clases de párvulos hasta la educación secundaria. Además, a los 12 y a los 14 años, los niños franceses deben pasar un examen sobre la materia. "Queremos poner el acento en los conductores del mañana. Una estrategia que ha dado muy buenos resultados en el Reino Unido", añade este funcionario.

A su juicio, los futuros conductores serán "menos peligrosos" y, dentro de unos años, contribuirán a mejorar la estadística global francesa, que tras un repunte a principios de año, el pasado mes de mayo mantuvo su descenso con un 6,4% menos de accidentes mortales.