Desde estas líneas queremos agradecerte que te hayamos conocido. Somos unos privilegiados por haber pasado junto a ti tantos años (aunque deberían de haber sido muchos más).

Aquella fría mañana del 28 de marzo fue cuando toda la ciudad de Cáceres se estremeció con la fatal noticia: habían encontrado muerto a Sergio Trejo. El bloque donde viven tu madre y tus hermanos era una locura, gente llorando, gritando subiendo escaleras,- Pero no fue hasta mediodía cuando me enteré de lo que ocurría. Al llegar a comer después del trabajo, mis padres me esperaban desconsolados, con rostros serios y desencajados. Yo nunca pensé que me dirían esta fatal noticia. Me quedé paralizada de dolor, no podía moverme, me costaba respirar. No me lo podía creer , era imposible que le hubiera pasado algo así a un amigo, y además tan joven (28 años). Cuando rompí a llorar no podía entender lo que estaba viviendo, todos los recuerdos que tenía (y aun tendré ya por siempre), pasaron por delante de mis ojos. Eran muy reales a la par que duros en ese instante.

Estuviste desaparecido toda la noche, y tu familia y amigos no pararon de buscarte, pero les fue imposible encontrarte. Tuviste mala suerte hasta para morir. Es un lugar que no se ve. Me resulta duro admitir que no dejo de pensar en cómo fue tu última noche, sólo en medio de la nada, con frío,- ¡Qué pasaría por tu mente en esos malos momentos! Malditos accidentes de tráfico.

Sergio, nos hemos criado juntos. Han sido 25 años de vivencias, de risas, de llantos, de confidencias, de discusiones,- No pasa un día en que no me acuerde de ti. Aún espero encontrarme contigo por el barrio, es difícil admitir de una vez por todas que ya no va a ser posible, pero te juro que no lo puedo dejar de pensar.

Es muy duro saber que has sido padre y que no has estado presente. Pero que sepas que Montaña es fuerte y que tu niño será feliz, porque todos le contaremos la clase de persona que fue su padre, y que aunque no estará a su lado, lo verá crecer y convertirse en un hombre. Has tenido un niño precioso, y por cierto se parece todito a ti.

Aún recuerdo cuando le dijiste a Jose que si queríamos nos dejabas tu Mercedes para la boda, para que fuésemos en él. No tuve tiempo para agradecerte el detalle, pero no fue posible. Fue otro mal trago del destino, nuestra boda no la has conocido en persona, pero sé que desde donde estés la viviste con nosotros.

Amigo, desde aquí solo decirte que estás presente en nuestros corazones y así será por siempre. Te queremos.

Gema Holgado Hurtado