Casi la mitad de los extremeños que han perdido la vida a consecuencia del coronavirus residían en geriátricos y centros de mayores, fundamentalmente en los de Arroyo de la Luz, que acumula ocho fallecidos, y Santiago de Alcántara, donde son ya cuatro los muertos por Covid-19. De las 58 víctimas que la pandemia deja en Extremadura, 26 eran residentes de centros de mayores. Y diez de ellos han perdido la vida en las últimas 24 horas.

Los mayores son un colectivo que preocupa especialmente en esta crisis sanitaria, también a nivel nacional: el Ejército ha llegado a encontrar cadáveres en las camas y muchos de estos centros están desbordados y sin medios para hacer frente a la situación. En Extremadura, la Consejería de Sanidad y Servios Sociales reitera que las residencias se están supervisando continuamente y que tanto las públicas como las privadas están siguiendo las recomendaciones y protocolos marcados para proteger la vida de sus usuarios.

Todos los centros están supervisados por el Servicio Extremeño de Salud (SES) y bajo el control de los equipos de Atención Primaria, con una vigilancia periódica y reforzada en aquellos donde se han producido casos positivos de coronavirus. Hasta la fecha, los focos más importantes se han dado en las residencias de Arroyo de la Luz (acumula ya ocho residentes fallecidos) y Santiago de Alcántara (cuatro, con la nueva víctima de ayer), pero ambas han sido desalojadas y sus residentes trasladados a la clínica Quirón de Cáceres en el primer caso y la hospedería en el segundo. Las residencias de Mata de Alcántara, Villanueva de la Vera y Malpartida de Plasencia acumulan ya dos residentes fallecidos en cada caso, y también se han producido muertes en las de El Romeral, de Talayuela; María Ángeles Bujanda, de Navalmoral de la Mata, o la de Garrovillas de Alconétar. Este centro, que se desalojó el pasado fin de semana tras detectar un importante brote de Covid-19 (van ya 28 positivos, según confirmó el ayuntamiento), registró ayer el primer fallecimiento.

Ayer también se produjeron los primeros fallecimientos de residentes en geriátricos de la provincia de Badajoz, uno en Santa Amalia (área de Don Benito) y otro en la residencia Domus Vi, en la propia capital. En este centro hay además tres residentes positivos hospitalizados y otros 16 mayores en aislamiento en la propia residencia.