El número de niños nacidos con síndrome de Down ha aumentado en los últimos años en el Reino Unido a pesar de las pruebas de detección. El alza de las mujeres que dan a luz a edad avanzada, los principios religiosos contra el aborto y el cambio de actitud de la sociedad hacia quienes nacen con esta condición son, según los expertos, las causas que han provocado estas cifras.

En 1989, cuando se introdujeron de manera generalizada las pruebas de detección, los bebés que nacieron con síndrome de Down fueron 717. En años posteriores el número fue paulatinamente decreciendo hasta llegar a 594 en el 2000. Sin embargo, durante los siguientes seis años, los casos han aumentado hasta un 15%, alcanzando los 749 en el 2006, el último dato estadístico conocido.

La encuesta realizada por la Asociación del Síndrome de Down revela que un número creciente de padres, a pesar de saber que van a tener un hijo con este trastorno deciden seguir, porque tienen la sensación de que las perspectivas para su hijo son mucho mejores que en el pasado. La esperanza de vida de estas personas ha aumentado a 60 años. Los niños tienen ahora muchas más facilidades para integrarse en escuelas normales y los adultos hallan más fácilmente un empleo. Además, muchas mujeres en situación de riesgo deciden ahora no hacerse la prueba de detección. Parece que los padres lo piensan más.