Un sistema que puede abrir la vía a la fabricación de coches impulsados por hidrógeno sin problemas de transporte ni de suministro. Así ha sido definido un nuevo catalizador que transforma el etanol en hidrógeno y que ha sido ideado por un equipo de investigadores de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Barcelona.

Desde hace años, la industria automovilística investiga para conseguir que se pueda emplear el hidrógeno como combustible en lugar de la gasolina. Tanto es así que actualmente existen más de un centenar de prototipos de automóviles de hidrógeno, así como estaciones que lo dispensan: las hidrogeneras.

Sin embargo, este proyecto de la UPC y el CSIC supone un importante paso adelante pues su catalizador consigue algo perseguido en numerosas investigaciones y nunca logrado hasta ahora: que el hidrógeno se cree en el interior del propio coche.

El catalizador diseñado en equipo es un pieza de cerámica con el interior acanalado y recubierta con aerogel, un material muy poroso que contiene nanopartículas de cobalto que transforman el etanol en hidrógeno. La temperatura de funcionamiento del catalizador es de 310 grados, lo que permite que una mezcla de etanol y agua, en forma de gas, pase por sus canales interiores y salga en forma de hidrógeno y dióxido de carbono.