Con la incipiente fama de todo lo asiático, uno de sus buques insignia siempre ha sido la comida japonesa.

Normalmente asociada al elitismo, este tipo de comida nos hace pensar rápidamente en pescado crudo. Para evitar esta rápida relación y degustar una comida japonesa de calidad, ha llegado a Mérida el ´chef´ chileno Rodolfo Moya.

Al igual que sus hermanos hacen en su Chile natal, viene dispuesto a triunfar de mano de este tipo de alimentación realizada "pensando desde los más atrevidos y educados paladares, hasta al más rehacio y tradicional", según nos comentaba Rodolfo en la visita que le hicimos en su ´restobar´.

Pero lo que es realmente novedoso en la ciudad es la degustación que se puede hacer del sushi, del que se puede escoger entre una diversidad de 28 tipos diferentes, adaptados a todos los gustos y sabores. Hay platos con 18, 26, 40 y 60 piezas, dependiendo de los comensales que se sienten a la mesa y el hambre que tenga cada uno de ellos. "Pese a parecer pequeña, no hacen falta más de diez piezas para llenar el estómago", nos comentaba Raquel, una de las comensales que estaban en el local.

Además, según nos comentaba Roberto, "los ingredientes deben ser de primera calidad y muy frescos para un sushi bueno de verdad, y si a eso le unimos que el precio del restaurante es muy inferior al de otros que ofrecen lo mismo en Madrid o Barcelona, sale una mezcla bastante atractiva". También cuenta orgulloso cómo le felicitaba hace pocos días un ciudadano japonés que pasaba por la ciudad por la excelente preparación de este plato típico del país del sol naciente.

El restaurante, que se encuentra en la calle Romero Leal de la capital extremeña, ofrece también una carta que no desentonará con los puristas de la comida española, podremos comer desde unas sardinas, solomillo ibérico, croquetas de jamón, hasta por supuesto el que según Moya, ya es el plato estrella de los comensales, los mejillones. De esta forma, se han mantenido las comidas típicas del restaurante que había anteriormente en el local, ´La boquería´, ya que como decía el chef chileno, "valía la pena mantener estas comidas, son alimentos ricos, reconocidos por mí y por todos los que vienen".

No obstante, como buen chileno, Rodolfo se ha traído una de las comidas más internacionales de su país y de Perú, el cebiche, es decir, pinchito de pescado a la lima, para que se hagan una ligera idea.

El éxito en el poco tiempo que lleva abierto el establecimiento ha sido enorme, tal y como nos comenta el chef, "la diversidad de la carta hace que puedan acudir gente diversa en todos los sentidos, por ejemplo parejas donde uno de ellos es innovador culinariamente hablando y el otro no".