Joan Vila, el celador de la residencia geriátrica La Caritat de Olot, encarcelado tras confesar el asesinato de tres ancianas el pasado octubre, ha admitido hoy ante el juez que investiga el caso que anteriormente había matado a otros ocho internos del asilo.

Vila ha explicado que en seis de los casos acabó con la vida de los ancianos suministrándoles un cóctel de fármacos triturados por vía oral. En otros dos utilizó una sobredosis de insulina para provocarles la muerte y solamente en los tres últimos casos optó por darles de beber lejía, según ha informado su abogado, Carles Monguilod, al término de la declaración, que se ha prolongado por espacio de tres horas y media.

Evitarles sufrimientos

El celador ha explicado que el primer asesinato lo perpetró en agosto del 2009, año en el que mató a dos internos, mientras que los nueve restantes los cometió este año. Vila ha confirmado que de los ocho cuerpos de ancianos que fueron exhumados la semana pasada, seis de ellos murieron asesinados por él. El auxiliar de enfermería ha dicho que, de los 15 ancianos que han muerto este año en La Caritat, hay un caso que no recuerda si lo mató él, aunque está casi seguro de que no fue obra suya.

Vila ha reiterado que mató a los ancianos para evitarles sufrimientos, y que los quería mucho a todos. No obstante, no ha sabido explicar por qué cambio de sistema para causarles la muerte y en los tres últimos casos los envenenó con lejía.