Una fuga de partículas radiactivas en el grupo uno de la central nuclear de Ascó, en Tarragona, ha contaminado diversas zonas exteriores de los edificios del complejo, aunque sin rebasar el emplazamiento, según confirmaron ayer el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV), titular de la planta.

Mientras, Greenpeace y Ecologistas en Acción de Catalunya califican de "muy grave" el accidente, el CSN y la ANAV afirman que no existió riesgo y que en ningún momento se superaron los límites legales en cuanto a la exposición de partículas. No obstante, el CSN ha desplazado a Ascó a un equipo de inspectores para "investigar y esclarecer el suceso y realizar comprobaciones independientes", avanzó una portavoz.

El escape, según la principal hipótesis, se produjo durante la recarga del reactor en noviembre de 2007 y tuvo su origen en el sistema de extracción y filtración de aire del edificio. Eugeni Vives, representante de la ANAV, explicó ayer que "se ensució y algunas partículas no fueron eliminadas y salieron a la atmósfera". También hizo hincapié en que la cantidad fue casi insignificante y la cifró en 0,00001 curios, aunque Greenpeace indicó que "podía haber llegado hasta los cinco curios".

Por su parte, Jaume Morrón, de Ecologistas en Acción, aseguró que lo importante no es que la cantidad de partículas sea alta o baja, sino que debido a los meses transcurridos no puede garantizarse que "el viento no haya llevado partículas más allá de la central, hasta los campos agrícolas, lo que podría haber incidido en la cadena alimentaria".