TDteben de tener su lógica interna, no lo discuto. Sé que hay estudios que demuestran que compramos más con música rápida, que los productos de primera necesidad están al fondo para que recorramos todo el pasillo y que las golosinas se sitúan al lado de las cajas para que piquemos en la cola. Imagino que hay todo un mundo de mercadotecnia detrás de un centro comercial, que nos estudian, nos analizan, y hasta nos viviseccionan para descubrir qué queremos comprar y de qué modo. Por eso abren doce horas, lanzan ofertas cada dos por tres y están de guardia los domingos y fiestas de guardar. Todo en honor de los fieles que esperan cada mañana, carrito en mano, a que se abran las puertas de la tierra prometida, o que llevan a sus niños un domingo de primavera, de estos de campo y sol, a tomar café al centro comercial cerrado, como espectros consumistas expulsados del Paraíso.

Deben de tener su lógica interna. Seguro. Porque están siempre llenos, porque no pierden dinero sino que se expanden y porque cada día acumulan más secciones. Lo mismo te venden un libro que una azada. Pero es una lógica que no comprendo. No entiendo que los bañadores se acaben en junio, que los turrones se vendan en septiembre y que el material escolar se agote un mes antes de empezar el curso. Y que no vayan a traer más aunque siga habiendo demanda. Todo tendrá una explicación pero no la veo, será porque me he quedado sin baby para el colegio tres semanas antes de que empiece o porque comprar papel charol se parece a una aventura de Indiana Jones . A lo mejor están haciendo sitio para los adornos de Navidad. Socorro.