Todos los quirófanos y el área de paritorio del Hospital Comarcal de Melilla, el único centro público de estas características con el que cuenta la ciudad autónoma, han sido cerrados, tras un incendio declarado anoche en un generador de la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI).

El director territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), Francisco Robles, y el gerente del Área Sanitaria, Pedro Villarroel, han comparecido hoy en rueda de prensa para explicar los efectos derivados del "conato de incendio", que provocó una gran humareda.

La planta afectada, donde se encuentra, además de la UVI, los quirófanos, el paritorio y el área de Pediatría, presenta algunos daños, fundamentalmente por la incrustación del humo, por lo que se quiere recuperar la total normalidad en "no más de una semana".

No obstante, la prioridad en estos momentos es la de poder habilitar al menos uno de los cuatro quirófanos con los que cuenta el centro hospitalario para casos de urgencia, ya que las intervenciones programadas, de momento, se han pospuesto.

También es prioridad restablecer los paritorios, sobre todo teniendo en cuenta la alta tasa de partos que se produce en Melilla.

No obstante, en previsión de que fuera necesario, se ha hablado con una clínica privada de la ciudad, que cuenta con un quirófano, así como con un hospital de Málaga, donde se derivarían, por ejemplo, casos donde fuera necesario practicar cesáreas.

En cuanto a la UVI, se ha desplazado a otra parte del hospital, en tanto la zona de neonatos y Pediatría sí ha podido quedar habilitada en su lugar habitual.

Según han explicado Robles y Villarroel, los daños materiales no son muy elevados, aunque lo que más esfuerzo requerirá es la limpieza de todo el área afectada y la reposición del material, algo muy importante en un centro hospitalario.

El fuego se originó sobre las 23:15 horas en un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), un aparato que es el que garantiza el suministro eléctrico en caso de apagones.