Las ministras de Defensa y Sanidad, Carme Chacón y Trinidad Jiménez, no admitieron ayer en el Congreso ni un solo error, ni tardanza, ni descoordinación en la gestión del brote de gripe A/H1N1 detectado el pasado 18 de mayo en la Academia Militar de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid). En un clima de confrontación y acusaciones, especialmente dirigidas contra la titular de Defensa, Chacón arrancó a la ofensiva y acusó al PP de "extender el virus de la alarma social" con mentiras y "noticias inventadas" para aprovechar un problema de salud pública, como la lanzada por su líder, Mariano Rajoy, sobre el aislamiento de 100 militares en el cuartel valenciano de Bétera.

"Se hizo en todo momento lo que se tenía que hacer, siguiendo los protocolos de la OMS, incluso de forma más estricta de lo exigido", reiteró Chacón con aplomo, en una comparecencia "híbrida", inédita hasta ahora y plagada de cruces de asociaciones y entrecortada por aplausos y protestas de diputados.

VISITA ESCOLAR La titular de Defensa rebatió una de las principales acusaciones por parte del PP: la de haber permitido la visita de los escolares al cuartel. "Todos hubiéramos preferido que nunca se hubiera producido.

Pero no existió negligencia, porque no existía ningún tipo de alerta, sino que se pensaba que eran casos de gripe común. Y mucho menos mala fe, porque algunos de los escolares son hijos de militares de Hoyo", afirmó.

El PP insistió en que el brote se ha extendido por toda España y que las medidas de Defensa siempre han llegado tarde y sin la necesaria coordinación e información.

También el PNV y CiU cargaron contra la titular de Defensa. "Parece que siempre hay un problema de coordinación cuando el Ministerio de Defensa está por medio", opinó Joseba Agirretxea. Jordi Xuclà fue más duro: "Nunca reconoce ningún error".