El menor acusado de la muerte de una niña de 13 años hace un mes en Orihuela ha confesado que actuó solo. El chico, de origen alemán y compañero de instituto de la víctima, había mantenido hasta ahora que fue obligado a violar y asesinar a Shila. Las pruebas de ADN determinaron su autoría por lo que, según el abogado de la acusación, Jesús Casero, "se le tomó declaración para que se abriera y empezara a hablar con las pruebas delante".

Aun así, costó mucho que confesara. El abogado defensor, José María Gally, dijo que, "tras mucho tiempo tratando de sonsacarle, durante el cual su madre fue la que más insistió en que hablara, el menor confesó". Según Gally, el chico fue "muy parco en palabras" y se negó a dar explicaciones sobre los detalles de lo sucedido.

Gally explicó que está a la espera de que el psiquiatra forense emita su informe sobre el estado del joven, lo que podría ser empleado para tratar de reducir la condena.

Tras la declaración, la fiscalía considera el caso aclarado y solicita una condena de cuatro años de internamiento en un centro de menores y tres años de libertad vigilada, el máximo previsto por la ley. Mientras, se le deben practicar pruebas psiquiátricas para que pueda empezar su tratamiento en el centro de menores en el está internado.

El juicio podría celebrarse a mediados de junio, lo que deja un margen amplio ante posibles dilaciones, ya que el internamiento preventivo de menores no puede durar más de seis meses. El cadáver de Shila fue encontrado el 2 de abril por un vecino de la urbanización Playa Flamenca en un barranco a pocos metros del domicilio familiar.