Pekín dio un empujón ayer a Copenhague al anunciar que reducirá entre el 40 y el 45% las emisiones de CO2 por unidad de PIB en el 2020 con referencia a los niveles del 2005. También desveló la presencia del primer ministro, Wen Jiabao, en la cumbre del medio ambiente del próximo mes en la capital danesa. El anuncio llega un día después de que Barack Obama, el presidente de EEUU, confirmara su asistencia con un plan igualmente ambicioso: la reducción del 17% de las emisiones de CO2 en el mismo plazo, del 30% en el 2025 y del 83% en el 2050, también respecto del 2005.

A ambos planes les diferencia su viabilidad: lo que dice Pekín va a misa, y los propósitos de Obama son papel mojado sin la aprobación del Congreso, que ya tumbó las buenas intenciones de Bill Clinton en Kioto.

EL 42% DE LAS EMISIONES Ambos anuncios, de todas formas, han seguido insuflando aire a Copenhague, que tenía muy mala pinta antes de que Obama y Hu Jintao, su homólogo chino, se comprometieran la semana pasada en Pekín a alcanzar acuerdos tangibles. China (23,2%) y EEUU (18,7%) suman el 42% de las emisiones mundiales.

La promesa china dobla la anterior, que buscaba una reducción del 20% de la intensidad energética en el 2010. Los expertos dan por cumplido el objetivo. La intensidad energética no equivale a reducir las emisiones de gases contaminantes, sino que está ligada a la eficiencia energética, asignatura en la que China siempre ha suspendido, por su querencia por el carbón. De hecho, es factible que contamine más en el 2020 que ahora por sus necesidades de producción, pero lo hará en un porcentaje mucho más bajo.

"El compromiso es una acción voluntaria del Gobierno", señaló el Consejo de Estado en la prensa oficial, que lo tildaba de "gran contribución a la lucha internacional contra el cambio climático". Los expertos lo secundaron. "Es una muy buena noticia que China ponga cifras a sus compromisos", señaló Kim Carstensen, líder de WWF Internacional.

En opinión de Pan Jiahua, negociador chino en la cumbre, el objetivo marcado es "algo alto". Cumplirlo significa hacer un esfuerzo que pasa por conjugar políticas fiscales y financieras, avances en la energía atómica y mejoras en el desarrollo de las energías limpias.