El primer ministro chino reconoció por primera vez que el Gobierno central del país asiático es parcialmente responsable del caso de la leche adulterada, en una entrevista a la revista Science de la que ayer se hizo eco la prensa.

"Aunque el incidente ocurrió en varias empresas, el Gobierno también es responsable", destacó Wen al hablar del caso de la melamina añadida en la leche, que mató a cuatro bebés en China y enfermó a más de 53.000. También afirmó que "es intolerable sacrificar la salud de la gente a cambio de desarrollo económico temporal". Wen aseguró que el Gobierno "aprenderá lecciones del incidente" y fortalecerá la legislación en el control alimentario.