Los pasajeros de un autobús de línea regular que el sábado pasado cubría el trayecto entre Barcelona y el centro penitenciario de Quatre Camins alertaron a los Mossos d´Esquadra de que el chófer conducía bajo los efectos del alcohol. La alarma se disparó entre los 70 viajeros, 15 de ellos menores, tras comprobar que el hombre conducía de manera "errática y brusca". El conductor, además, presentaba síntomas de somnolencia.

La tasa obtenida por el chófer fue de 0,68 miligramos de alcohol por litro de sangre. El juez lo ha condenado a un año sin carnet, a 40 días de trabajos comunitarios y a una multa de 1.080 euros.