TMte está queriendo parecer (que diría una de mis alumnas) que van a liarla con la letra del himno. El caso es no dejar las cosas quietas. Entiendo que para los deportistas lo del chunda chunda suena bastante mal y que queda mucho mejor ver a nuestros chicos del baloncesto (los futbolistas lo tienen algo más crudo) entonar tan cerca del cielo un himno con letra, con palabras que pronunciar, para que luego veamos en la tele quién se lo sabía y quién no, quién evitó cantar qué estrofas y así. De hecho la iniciativa ha partido de los deportistas, pero enseguida ha habido quien la ha hecho suya y quien ha recordado que poner letra a nuestro himno es tarea de las Cortes (aunque vistos los últimos poemas es para echarse a llorar), con lo que se formarán comisiones para discutirlo y habrá que esperar años.

El problema es qué se dice en un himno nacional, qué es adecuado para que cante nuestra selección, formada por jugadores de todas las comunidades autónomas, que ya no se llaman Castilla la Vieja o las provincias Vascongadas. Qué tienen que decir los nacionalistas o los autores de libros de texto en los que el arroyo de mi pueblo es más importante que el Duero y el cerro vecino mucho más que los Pirineos. Es complicado, no se crean. Entre las ínclitas razas ubérrimas y el Cid cabalga, hasta nuestros días han pasado muchas cosas. Ahora el ejército (gran cantor de himnos) solo va en misiones humanitarias, y cada rincón de España tiene su bandera, y su plan de estudios. Para mí que va a resultar difícil un consenso. Mejor quedémonos con el chunda, chunda, y, al cantarlo, que cada uno sienta lo que quiera.