Las autoridades birmanas cifraron ayer en 351 el número de muertos causados por el ciclón Nagris que azotó el sur del país y causó destrozos considerables, sobre todo en las regiones de Irrawaddy y Rangún. El saldo de víctimas es provisional y se temen aún más fallecidos. El Gobierno militar declaró el estado de emergencia en las zonas afectadas.
Decenas de miles de edificios resultaron destruidos o dañados. Los fuertes vientos, de 190 a 240 kilómetros por hora, causaron también el corte del suministro de electricidad y teléfono en todas las poblaciones del delta del río Irrawaddy, según indicaron ayer las autoridades a través de la televisión estatal.
El ciclón pasó por la región de Ayeyawaddy por la noche y la madrugada del pasado viernes. Fue en esta zona donde ocasionó el mayor número de víctimas. Después alcanzó Rangún, la antigua capital y principal ciudad del país, donde murieron al menos otras 20 personas, la mayoría a causa del desplome de casas y de la caída de arboles y de objetos de los edificios.
La Junta Militar desplegó ayer al Ejército en las zonas afectadas para ayudar a los damnificados, reparar la infraestructura básica y evaluar los daños. Según las primeras estimaciones oficiales, "tres de cada cuatro edificios de poblaciones situadas en la región del delta del río Irrawaddy han sido dañados o destruidos por el ciclón".
CALLES DESIERTAS En Rangún, donde residen cerca de cinco millones de personas, varios edificios pequeños y próximos a la universidad se desplomaron parcialmente. Las calles de la ciudad estaban casi desiertas y se apreciaban cuantiosos daños por doquier, según señalaron varios de sus habitantes. El aeropuerto internacional de Rangún se cerró el sábado al tráfico aéreo por una avería en el sistema de señalización, según funcionarios del Departamento de Aviación Civil. Al menos 7 barcos atracados en los muelles de Rangún naufragaron por las olas de casi 3,5 metros de altura, según la prensa estatal birmana. El ciclón se desplazó después a Tailandia aunque ya había perdido fuerza.
