La desgracia golpea de nuevo en fechas navideñas el norte de la isla indonesia de Sumatra, donde más de cien personas han muerto, otro centenar ha desaparecido y más de 170.000 han resultado afectadas por las inundaciones este fin de semana.

En la víspera del segundo aniversario del tsunami (ola gigante) que el 26 de diciembre del 2004 acabó con la vida de unas 170.000 personas en Sumatra, la población ha vuelto a ser golpeada por otro desastre natural.

Las lluvias torrenciales de la última semana han provocado inundaciones que han anegado cientos de pueblos en las provincias de Aceh, Norte de Sumatra, Oeste de Sumatra y Riau.

"El gobierno regional ha solicitado a la ONU que dirija las tareas humanitarias en el distrito de Aceh Tamiang, el más afectado por las inundaciones", dijo a Efe Facoko, directora de información de la Oficina de Naciones Unidas para la Recuperación de Aceh y Nias (UNORC).

"Por el momento no disponemos de cifras muy precisas, porque muchas áreas todavía no han informado sobre la situación, pero calculamos que unas 170.000 personas han sido afectadas, la mayoría de ellas desplazadas de sus hogares", indicó.

La UNORC también participa en tareas de rescate de los distritos de Lhokseumawe y Aceh Utara, en el centro de la provincia.

"Hemos enviado un helicóptero con 1,5 toneladas de comida y agua, y esta tarde saldrá un nuevo cargamento con alimentos", declaró la portavoz, quien añadió que la oficina de la ONU también se está preparando para desplazar personal médico.

El jefe de la policía del distrito de Lhokseumawe, Mulyatno, aseguró ayer a Efe que "las aguas ya están bajando en esta zona, en lo que va de día aún no ha llovido y tenemos a más de 200 policías participando en las tareas de rescate". "La Cruz Roja, Unicef y otras agencias y oenegés colaboran en tareas humanitarias, distribuyen comida, medicinas y alimentos, y transportan a los refugiados a zonas más seguras", agregó el policía.

El Gobierno envió ayer a distintas zonas del norte de Sumatra veinte toneladas de ropa, medicinas y alimentos, que fueron trasladadas en un avión C-130 Hércules del Ejército. Además, las Fuerzas Armadas han desplazado a más de un millar de soldados, así como de equipos pesados y helicópteros para colaborar en las tareas de rescate y se preparan para enviar otros dos aviones Hércules con tiendas de campaña, cocinas desmontables y botes neumáticos.