El científico Joan Oró fue despedido ayer por unas 500 personas en un emotivo funeral que se celebró en la basílica de Santa Maria del Mar y al que asistieron representantes de las administraciones catalanas y del mundo científico.

El funeral fue oficiado por mosén Josep Aymar, que recordó cómo el científico "escrutaba el firmamento" para saber de dónde venimos y qué hacemos aquí. Y dijo que Oró se fue hacia las estrellas: "Somos polvos de estrella y a las estrellas volvemos". La familia, encabezada por la viuda de Oró, Ant²nia Vilajoliu, y sus cuatro hijos, siguió muy emocionada la ceremonia.

Tras el funeral se repartió un recordatorio con una ilustración de Dalí sobre la estructura molecular, símbolo de la vida y la ciencia, y el poema de Joan Maragall Cant Espiritual. Los restos de Oró fueron conducidos al cementerio de Montjuïc para su incineración. El martes sus cenizas serán trasladadas a Lleida, su ciudad natal, donde se hará otra misa en su recuerdo.

El consejero en cap de la Generalitat, Josep Bargalló, encabezó la representación del Gobierno catalán. También estuvieron presentes la consejera de Cultura, Caterina Mieras; el consejero de Universidad, Carles Solá, y el de Agricultura, Antoni Siurana, anterior alcalde de Lleida.

CATEGORIA HUMANA El vicepresidente segundo del Parlament, Ramon Camp, acudió en representación de la Cámara catalana, y el presidente de la comisión de cultura y portavoz municipal, Ferran Mascarell, asistió en nombre del Ayuntamiento de Barcelona. Estuvieron presentes también los convergentes Artur Mas y Xavier Trias, y numerosos dirigentes de UDC, formación en la que Oró militaba desde el 2000.

Una vez acabado el funeral, el consejero en cap destacó la categoría humana del bioquímico fallecido, su importancia mundial como científico y su preocupación por los aspectos sociales.

"Ha sido un catalán de profunda raíz nacional", dijo, y lo puso como ejemplo de cómo se puede ser una figura de primer nivel internacional y tener unos planteamientos que van más allá de las fronteras nacionales. Bargalló apostó por seguir el ejemplo de Oró y conseguir que Cataluña avance en el terreno del conocimiento científico.

El alcalde de Lleida, Angel Ros, que asistió al funeral, anunció que en el próximo pleno municipal propondrá dedicar a Oró una calle de Lleida y celebrar un homenaje en su honor.

También recordó que el próximo fin de semana se celebrará en Lleida el Congreso Nacional de Bioquímica, la especialidad de Oró, en el que participarán más de 800 científicos.