Unos científicos franceses acaban de fulminar las teorías de la conspiración que sostenían que Adolf Hitler no se suicidó en un búnker en el 1945 sino que se refugió al otro lado del charco. Los investigadores tuvieron acceso a los fragmentos de los dientes del dictador archivados en Moscú y confirmaron que eran auténticos. “Podemos detener todas las teorías de la conspiración sobre Hitler. Él no huyó a Argentina en un submarino, ni está en una base oculta en la Antártida o en el lado oscuro de la luna”, afirmó el profesor Phillipe Charlier, un especialista en antropología médica y legal.

El estudio 'Los restos de Adolf Hitler: una análisis biomédico y una identificación definitiva' no deja lugar a dudas. El equipo de investigadores examinó los dientes del dictador y pudo analizar el agujero en el lado izquierdo del cráneo causado con “toda probabilidad” por el paso de una bala.

No sabíamos si había usado cianuro para suicidarse o si se trataba de una bala en la cabeza. Probablemente fueron ambas cosas”, explica Charlier, uno de los cuatro coautores de la investigación, a AFP. El estudio señala que Hitler podría haberse apuntado con el arma en el cuello o la frente, pues no se encontraron "rastros de pólvora" en la boca. Asimismo, la investigación destaca que los restos azulados que se ven en sus dientes postizos podrían ser el indicativo de "una reacción química entre el cianuro y el metal de las propias dentaduras postizas".

La investigación da por buenos los informes de la tropas soviéticas y agentes de inteligencia británicos que aseguraban que el dictador y su amante, Eva Braun, murieron juntos en el búnker.