La confusión es grande en Italia, algo comprensible por la novedad de una epidemia como la del coronavirus, nunca conocida en época moderna en un país europeo, y que amenaza con propagarse, con toda probabilidad, en las próximas semanas a otros estados de la Unión Europea.

A medida que se evalúan los efectos del decreto del gobierno que ayer encerró a 15,5 millones de habitantes del norte de Italia para intentar contener el virus, se echan también cálculos sobre el impacto que tendrá sobre la economía nacional. La UE ha garantizado la máxima flexibilidad al país, que obligatoriamente tendrá que aumentar el déficit respecto al previsto 3%. Aun así, no será suficiente la imaginación del empresariado italiano para contener las pérdidas económicas. Algo y alguien se perderá por el camino.

Las tres regiones y 14 provincias afectadas por el cierre gubernamental a causa del covid-19 representan el 31% del PIB nacional, es decir el equivalente a unos 465.000 millones sobre 1,8 billones. El REF Ricerche y otros institutos han estimado que el posible daño económico de la medida no será inferior a un 9,1% de ese 31% que produce el norte del país. Es decir, de al menos 10.000 millones de euros, lo que en ámbito nacional significará entre un 1% y un 3%.

Los únicos sectores que los centros de análisis prevén que aumentarán la facturación son los de alimentación y comunicaciones. El primero representa el 12% del PIB nacional (205.000 millones) y el segundo el 2% (18.400 millones).

En las primeras horas de aplicación del decreto del gobierno, los canales de todas las televisiones pusieron todo su empeño en explicar machaconamente todos sus detalles para que el público en general entendiera qué estaba empezando a suceder. En pocas palabras y resumen, todo cerrado menos bares y restaurantes si respetan la distancia de un metro entre un cliente y otro.

Los ciudadanos podrán moverse dentro del inmenso espacio marcado, pero al mismo tiempo se plantean innumerables cuestiones concretas. ¿Qué tienen que hacer los turistas atrapados en aquellas regiones? ¿Quién puede viajar y cómo? Alitalia ha suspendido desde hoy todos los vuelos internacionales desde Milán, desplazándolos a Roma, y desde la capital de Lombardía se realizarán solo vuelos nacionales. Las compañías internacionales están cerrando una tras otra los vuelos de y hacia Italia.

A la vez, todas las empresas del norte, que dependen de materias primas y en ventas de otras regiones y países se plantean cómo entrar y salir del espacio cerrado, por lo que se da por descontado que el Gobierno emitirá en las próximas horas, otro decreto ilustrando en detalla cómo deberán comportarse los transportes de mercancías.

Las regiones del sur están haciendo públicas ordenanzas sobre lo que llaman el éxodo del norte, es decir personas que escapan de las provincias cerradas para volver a sus lugares de origen o a sus segunda viviendas de vacaciones. El decreto de ayer prolonga hasta el 3 de abril el cierre de escuelas y universidades, lo que, en realidad, significa que hasta después de Pascua no se reanudarán las clases.

El último parte de Protección Civil sobre el contagio señala un aumento de los infectados de 1.326 personas en un solo día (de sábado a domingo) y 366 muertos (133 en un solo día). Los difuntos tenían una edad media de 81 años y el 90% presentaba otras patologías antes de detectarles el virus. El total de los curados asciende a 622, que representan el 5,6%. La cifra de infectados ascendía el domingo a 7.375, por lo que Italia se coloca en el segundo puesto de las listas por países después de China, tanto por contagiados como por difuntos.

Además, mientras el país vive estos días en la confusión, han empezado a enfermar de covid-19 algunos políticos y los palacios del gobierno tiemblan, son varios los ministros que se someten a pruebas diarias de infección.