La familia, de nacionalidad española, vivía en esa casa de Salitja desde hacía cinco años. Anteriormente, había residido en Figueras. Según los vecinos, eran una pareja que pasaba muy desapercibida. No hay ningún antecedente judicial de violencia entre los progenitores de las dos niñas.

La madre de las criaturas había nacido en Salt, posteriormente vivió y trabajó en Figueras. En este momento no trabajaba, aunque anteriormente había estado en la Administración pública, en la Generalitat. Actualmente estudiaba a distancia.

Fuentes vecinales explicaron que la mujer era muy introvertida. Las dos niñas no estaban escolarizadas y era su madre la que les daba clases en casa. Según relataron algunos vecinos de Salitja, la madre no hacía demasiada vida social y cuando las niñas salían de casa lo hacían con el padre.

El padre tiene 36 años, es aficionado a la bicicleta y llevaba a menudo a sus hijas a dar vueltas por el pueblo. Las dos niñas debían participar hoy en una actuación de danza en el marco de los actos del programa La Marató de TV3, acto que se ha anulado.