Las previsiones de la 16 entrega de los premios del Cine Europeo se cumplieron. Good bye, Lenin triunfó anoche en Berlín. El imaginativo relato de Wolfgang Becker sobre la reunificación alemana consiguió el premio a la mejor película y otras cinco estatuillas de ocho nominaciones, tres de ellas concedidas por el público. Lars von Trier se llevó el galardón a la mejor dirección por Dogville , que también fue distinguida por su fotografía.

Von Trier ni asistió. Tampoco Pedro Almodóvar, que tenía que entregarle el premio. Una bronquitis lo retuvo en Madrid. Sólo Becker se emocionó una y otra vez en un escenario que ni caído del cielo para tal ocasión. La Arena acogía los mítines del partido comunista en la antigua Alemania del Este donde transcurre su película. Becker, grande como un oso, daba saltos. Era la primera vez que la Academia Europea reconocía como mejor película a una producción alemana. Por ello y por mucho más fue su noche. También la de Daniel Brühl. El protagonista de Good bye, Lenin , que nació hace 25 años en Barcelona, fue proclamado mejor actor. Su madre es catalana y su padre, alemán.

Good bye, Lenin versa sobre un chico que idea una gran farsa para que su madre no sufra una recaída cardíaca tras despertar de un coma de ocho meses. Durante ese tiempo, Alemania ya no es lo que era. El muro de Berlín ha caído, generando una marea de cambios. La familia hará lo imposible para que su entorno permanezca anclado en el tiempo. Daniel Brühl miraba sorprendido a un público que no paraba de aplaudirle.

La ganadora del premio a la mejor actriz, Charlotte Rampling, no pudo recoger la estatuilla por su trabajo en Swimming pool , del cineasta francés Fran§ois Ozon. La retiene en París una obra de teatro.

LAGRIMAS CON HUMOR Isabel Coixet (directora de Mi vida sin mi ), al igual que Jaime Rosales y Julio Robledo, se fue de vacío. El premio a la mayor contribución europea al cine mundial recayó en Carlo di Palma, director de fotografía de una docena de películas de Woody Allen. Claude Chabrol, impulsor de la nouvelle vague, consiguió otro premio honorífico, el reconocimiento a la trayectoria profesional. Mario Bellocchio obtuvo el premio de la asociación de la crítica Fipresci con Buongiorno, notte .

La Academia Europea repartió asimismo un galardón a la mejor película del año no europea (Les invasions barbares , de Denys Arcand). Otros galardones fueron a la revelación del año para el ruso Andrei Zvyagintsev, por Vozvrasschenie , y el de cortometrajes, para Torzija , del esloveno Stefan Arsenijevic.