Cuatro años, 5.231 intervenciones y 57 fallecimientos. Este es el balance del primer informe oficial que evalúa los resultados en España de las operaciones para corregir los casos más graves de obesidad. El cómputo de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, del Ministerio de Sanidad, no recoge las 8 muertes registradas durante el 2004 (lo que eleva el total a 65), pero precisa que la tasa de mortalidad es del 1,07%, similar a la de otros países como EEUU, Canadá, Suecia e Italia.

La comunidad científica internacional establece que en el 10% de las operaciones de reducción de estómago pueden surgir complicaciones, mientras que entre el 1% y el 2% de los casos conllevan riesgo de muerte. Según el presidente de la Sociedad Española de la Cirugía de la Obesidad (SECO), Cándido Martínez Blázquez, los riesgos en esta cirugía, también denominada bariátrica, son comparables a otras operaciones, como las de corazón y de cáncer de estómago o colon.

No obstante, el departamento que dirige la ministra Elena Salgado considera excesivo el número de centros que realizan estas operaciones y aconseja a las comunidades que las concentren en aquellos que tengan más experiencia para garantizar la calidad necesaria. "Esta cirugía está en España en un nivel incluso superior a la mayoría de los países de Europa, pero tenemos que avanzar en la búsqueda de una homogeneidad y en un control muy riguroso de los equipos", pide el secretario general de Sanidad, Fernando Lamata.

DEMANDA DISPARADA Lamata recalca que los pacientes tienen que tener acceso a los servicios con garantías de máxima calidad. Anuncia que el Ministerio de Sanidad va a seguir evaluando la situación y que convocará entre julio y septiembre un grupo de trabajo con las comunidades autónomas para reflexionar y estudiar el futuro de los centros que practican esta cirugía (un 60% públicos y un 40% privados).

"Concentrar o reducir los centros puede ser una buena medida, pero siempre que cubramos la demanda, que se ha disparado", sostiene Cándido Martínez. Segun sus cálculos, la espera media en España ara un paciente que desee operarse es de tres años y al menos el 1% de los españoles (unos 400.000) padece obesidad mórbida. En la mayoría de los casos, estos pacientes tienen pocas soluciones aparte de la cirugía. Martínez advierte de que la epidemia de obesidad es muchísimo mayor en EEUU, donde cada año se practican 110.000 operaciones.

A juicio del presidente de la SECO, lo más urgente es que el Ministerio de Sanidad haga un registro a nivel estatal de las operaciones que se realizan en España, no sólo para evaluar la mortalidad sino también las técnicas y hacer un control de calidad de esta cirugía.

Martínez está de acuerdo con Sanidad en situar el índice de mortalidad en el 1%, pero calcula que actualmente se están realizando en España unas 3.000 operaciones al año.

"Lo importante es que haya equipos cada vez mejor formados y más especializados. Luego, se pueden realizar las operaciones en cualquier centro. No veo ninguna razón por la que se deba reducir su número", defiende Manuel Miras, especialista de la madrileña Clínica de La Luz, que ha realizado más de 400 intervenciones. "Estas operaciones, más que complejas, lo que requieren es una gran experiencia en este tipo cirugía", agrega Miras.

Para el presidente de la SECO, los riesgos se multiplican si el cirujano no es un experto o la clínica no reúne los requisitos mínimos. "Los pacientes tienen que saber que no deben operarse en un quirófano que no disponga de una UVI al lado y todas las condiciones de atención", advierte.