Los mensajes que proponen dietas moderadas y ejercicio físico para eliminar la obesidad no tienen ningún éxito, a diferencia de las soluciones drásticas y arriesgadas, como es la cirugía que reduce la capacidad estomacal de los obesos, cuya demanda no deja de crecer. Esas intervenciones acotan de forma radical las posibilidades de ingerir alimentos, y el estómago pasa de tener 1.500 mililitros de espacio para digerir comida a disponer de apenas 60, lo que cabe en medio envase de yogur. Quien comía para contener su ansiedad se ve obligado así a buscar otro recurso tranquilizador. Aunque lo intente, su fisiología no admite excesos dietéticos.

El cirujano que introdujo en España la técnica laparoscópica en este tipo de intervenciones, el doctor Antonio de Lacy, del Hospital Clínico de Barcelona y considerado uno de los máximos innovadores quirúrgicos de Europa, ha perfeccionado la cirugía de la obesidad y en el último trimestre ha operado, con éxito, a ocho personas obesas que 48 horas después de la intervención se fueron a casa sin más cicatriz que un diminuto corte interno bajo el orificio natural del ombligo. Por ahí entró un cilindro de 12 milímetros de diámetro, desde el que se distribuyeron los catéteres que externamente manejó el doctor Antonio de Lacy, que contenían una cámara con luz, el bisturí eléctrico, un coagulador automático y una pistola de sutura mecánica.

CINCO INCISIONES Muchos de los cirujanos gastrointestinales, no todos, operan con técnica laparoscópica --abertura de cinco pequeñas incisiones por las que viajan las cánulas que contienen el instrumental--. Una minoría de especialistas siguen abriendo una amplia cicatriz en el abdomen para alcanzar el estómago, una intervención que implica mayor riesgo de infección y un postoperatorio más prolongado.

La intervención a través del ombligo ha superado las ventajas de la laparoscopia, asegura De Lacy. "Las cinco incisiones por las que pasa el instrumental se hacen en la pared musculosa del abdomen, y eso duele --cuenta--. Entrando por el ombligo hacemos un corte de tres centímetros que apenas duele, porque no se atraviesa músculo". La operación duró unos 90 minutos.

OTROS CANALES De Lacy también ha operado a otras seis mujeres obesas a las que redujo el estómago introduciendo el instrumental a través de sus vaginas. Esta opción, que solo es posible en las mujeres, tiene unos resultados menos brillantes que cuando se realiza a través del ombligo, dice el cirujano.

De Lacy, el primer cirujano español que operó un cáncer de colon por laparoscopia, presentó en España, en el 2007, la técnica que consiste en extraer órganos enfermos a través de los orificios naturales del cuerpo, sin necesidad de abrir ninguna cicatriz.

Acotar el estómago de los obesos ha supuesto un paso distinto, explica, ya que en este caso no es necesario extraer material biológico, pero sí se requiere un notable dominio tanto del manejo del instrumental, guiado por la imagen del ordenador, como de las dimensiones internas de la cavidad intestinal.

De Lacy advierte a sus pacientes de los riesgos de la intervención. De hecho, explica, suele intentar disuadirles. Quienes llegan a su consulta, no obstante, son personas que acumulan una gordura imposible de corregir con dieta. Se trata de excesos de 50 o más kilos de peso, protagonizados por personas de mediana edad que, contra todo razonamiento lógico, no pueden dejar de centrar en la ingesta continua de comida el máximo aliciente para seguir vivos. Tras la intervención, el adelgazamiento es rápido: tres meses después, han perdido un 30% del peso sobrante, y al año, un 70%.