La muerte de una barcelonesa de 44 años ocurrida en el Hospital Evangélico de Barcelona (HEB) en la tarde del jueves, 48 horas después de ser operada para reducir la grasa abdominal, motivó ayer que la Consejería de Salud ordenara el cierre temporal de sus dos quirófanos. En esas mismas instalaciones y con un objetivo quirúrgico parecido --abdominoplastia y reducción de mamas-- fue intervenida el viernes 9 de febrero otra mujer que falleció el pasado lunes. La investigación abierta por los inspectores de Salut tras ambos casos no ha encontrado, hasta ahora, ninguna irregularidad en el centro, aseguró Rafael Manzanera, director general de Recursos Sanitaris.

El certificado de la primera muerte indicó que se produjo por un tromboembolismo masivo, una obstrucción venosa de la sangre que llega a los pulmones, que se intentó contener infructuosamente. El segundo fallecimiento ocurrió cuando la mujer acababa de recibir el alta médica. "Cayó fulminada y murió media hora después", fue la explicación de Samuel Fabra, director médico del HEB. Fuentes médicas indicaron que pueden haber tenido un mismo desencadenante, que reflejarán las autopsias.

PETICION A LA FISCALIA Los Mossos d´Esquadra investigan las circunstancias en que ocurrieron los dos fallecimientos. El Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona ha abierto diligencias por la primera muerte, que correspondió a una mujer de 33 años, Lina Andrea R. G., que residía en Castelló de la Plana. La asociación del Defensor del Paciente envió un comunicado a la Fiscalía de Barcelona solicitando su intervención. Las familias no han presentado denuncia.

La hipótesis, aún provisional, que ayer sostenía Salut no conducía a ninguna irregularidad o negligencia en las circunstancias en que se desarrollaron las operaciones, ni en su preparación o atención. "Las dos intervenciones se realizaron en distintos quirófanos y con cirujanos y anestesistas diferentes --explicó Manzanera--. Las técnicas quirúrgicas empleadas fueron las correctas, y se ajustaron a los protocolos previstos y autorizados".

Hasta donde habían llegado ayer, nada hacía sospechar fallo alguno. "Estamos investigando si ha sido un episodio fruto del azar --añadió--. Todas las operaciones tienen riesgos indeseables y eso es algo que los ciudadanos deben tener muy en cuenta".

El HEB, centro acreditado por Salut que pertenece a la Mutualidad Evangélica de Previsión Social, está autorizado desde el 2004 para asumir intervenciones de cirugía estética y realiza una decena al mes. Su director médico explicó que las dos en cuestión fueron practicadas por cirujanos ajenos al centro que alquilaron sus quirófanos, un procedimiento habitual.

El abogado José Aznar, que representa al Defensor del Paciente, criticó la escasez de medios de reanimación vital con que este centro realiza actos quirúrgicos mientras que la madre de Lina denuncia que el hospital "no inspiraba confianza".