La futura ley de investigación biomédica permitirá la llamada clonación terapéutica o transferencia nuclear por la que se obtienen células embrionarias idénticas a la inicial que después no crearán rechazo inmunológico en el paciente. Pero, según el anteproyecto examinado ayer por el Consejo de Ministros, esta técnica sólo se utilizará para curar enfermedades y nunca para crear seres idénticos, porque la clonación reproductiva queda expresamente prohibida.

Cuando entre en vigor la ley, a principios del 2007, según cálculos parlamentarios, España será el cuarto país de Europa, tras el Reino Unido, Bélgica y Suecia, que han dado este paso. En el resto del mundo esta práctica está permitida en Singapur, Japón, Australia, Israel y Corea del Sur. En Estados Unidos está autorizada, pero no pueden usarse fondos públicos para investigar.

RESPETO A LOS CONVENIOS La ministra de Sanidad, Elena Salgado, defendió ayer que no puede estimarse que la transferencia nuclear es una técnica reproductiva, sino únicamente de investigación. "Además, se generan un conjunto de células a partir de una transferencia de núcleo a un ovocito, y no hay ninguna creación de un ser humano. Por tanto, se cumplen todos los convenios firmados por España", subrayó Salgado.

La futura ley exigirá que los embriones creados mediante esta técnica sean destruidos antes de alcanzar los 14 días, igual que los obtenidos mediante reproducción asistida. El límite se debe a que durante este periodo el embrión es un amasijo de células indiferenciadas. Quedará absolutamente prohibido implantar estos embriones en un útero, como se hizo para crear a la oveja Dolly.

GARANTIAS Además de estas condiciones, la transferencia nuclear será sometida a estricta vigilancia por parte de un comité de garantías, que examinará y deberá dar el visto bueno a cada petición concreta para las investigaciones. La comisión estará formado por 12 expertos en investigación, bioética y derecho relacionado con la biomedicina, comprobará si se han respetado los criterios éticos y el consentimiento de los donantes para hacer la investigación.

La ley también cubrirá el vacío legal con el que operan los establecimientos que almacenan tejidos humanos y regula la utilización de muestras biológicas y los llamados biobancos que las guardarán con fines científicos o terapéuticos. También se creará un registro nacional en el que deberán inscribirse estos organismos. La norma regulará los análisis genéticos de modo que se garantice su accesibilidad, gratuidad, confidencialidad y consentimiento.

Para autorizar y regular la investigación, el anteproyecto prevé crear el Comité de Bioética de España, integrado por 11 expertos nombrados a propuesta del Gobierno y las comunidades autónomas. "Se pretende dar garantía jurídica y legal, con los máximos controles, para los prometedores avances de la ciencia", comentó la vicepresidenta del Gobierno.

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlos Martínez, calificó la autorización de la transferencia nuclear de "avance extraordinario para facilitar la investigación en medicina regenerativa". "Supone un paso importante para colocar a España a la altura de los países que están en la vanguardia de las investigaciones en biomedicina, que en los últimos años han supuesto una auténtica revolución", subrayó Martínez.