La Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (Anela) remitirá en los próximos días al nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero un manifiesto en el que, entre otras medidas, le solicitan "la regulación administrativa" de "la prostitución y el alterne". Se trata de la principal reivindicación del sector, que ya fue formulada infructuosamente ante el Gobierno del PP en el año 2001.

El documento, presentado el miércoles, pasa revista a la promesas incumplidas sobre esta cuestión por parte del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y recuerda que la Generalitat de Catalunya es la única administración española que ha empezado a afrontar el problema, con la regulación de estos establecimientos y su propósito de exigir la legalización de la actividad.

Anela pide a Zapatero que siga los pasos del tripartito catalán y "reconozca una actividad que ya existe oficiosamente". La propuesta de los empresarios del sector es que se establezca como actividad laboral por cuenta ajena la profesión de camarera de alterne, como han estipulado algún juez. La prostitución debería ser, en cambio, una actividad por cuenta propia, "porque la actividad sexual no puede estar al servicio de terceros".

FUERA DE LA CALLE Respecto a la prostitución callejera, los empresarios proponen su erradicación mediante su "la prohibición explícita", al mismo tiempo que se ofrecen a las afectadas locales públicos regulados. La propia Anela ofrece estancias de sus asociados situadas fuera de los cascos urbanos para alojar a las mujeres que "realizan su trabajo sin condiciones".

El portavoz de la asociación, Joan Cantarello, acusó al autor del libro El año que trafiqué con mujeres , de proporcionar una "información falsa" al tratar a los empresarios del sector de "delincuentes", sin dar la cara, refugiándose en el seudónimo de Antonio Salas. Cantarello reveló la identidad del periodista que, según Anela, se esconde tras el también autor del libro Diario de un skin .