Demelza Aznar, natural de Plasencia, lleva 5 años al frente del taller familiar de limpieza de coches que creó su madre en la ciudad y en el que también trabaja una hermana. Estas tres mujeres han desempeñado una labor que choca con la imagen que cualquier cliente puede esperar de un taller, llenos de hombres con monos, o con la fantasía tan difundida de mujeres ligeras de ropa limpiando coches con movimientos sexys y camisetas mojadas.

En el taller de Demelza, de 28 años, Tapicar A&D , se realizan las labores de limpieza integral de vehículos, limpieza de furgonetas y camiones, lavado a mano y limpieza de tapicerías. Está situado en el polígono del SEPES de Plasencia y fue el primero de este tipo en la ciudad.

La ausencia de un negocio así fue la razón que llevó a su madre en 1990 a abrir un lavadero de coches. Su madre ya desempeñó esta labor sola, consiguiendo una clientela fija que aún hoy les es fiel apelando a su buen trabajo. En 2004, Demelza compró, junto a su hermana, la nave actual y relevaron a su progenitora en esta tarea. Según declara, "en él nunca ha estado empleado un hombre, siempre hemos trabajado nosotras solas".

La joven señala que los clientes, en principio, se extrañan y muchos les comentan que no se esperaban a mujeres. Pero tras comprobar el trabajo quedan muy contentos y esta, la clientela fija, es la base de su trabajo. Clientes que han comprobado el servicio de otros taller similares, llevados por hombres, les confiesan que prefieren el servicio que ellas realizan.

La dueña, entre risas, resalta que "cuando llegan clientes nuevos son muchos los que se declaran sorprendidos". La expresión más repetida es: "¿Pero cómo tenéis un lavadero de coches?" y entre los clientes de mayor confianza no faltan los que bromean con el uso del bikini. Sin llegar a más, Demelza confiesa que trabaja muy a gusto y que, a pesar de ser esteticista, "ahora ya me gustan los coches y hago mi trabajo con alegría".

Como principales ventajas señala la flexibilidad de horario para trabajar, dice que "todo está en organizarse las dos horas y media o tres que dedicamos por vehículo y los tres automóviles que limpiamos por día". Además, destaca la tranquilidad de saber con antelación el trabajo que tienen, ya que trabajan con cita previa y el gran entendimiento al trabajar con su hermana: "Las dos sabemos lo que tenemos que hacer y compartimos la misma visión femenina".

Su atuendo dista mucho de las jóvenes ligeras de ropa que nos venden en los vídeos musicales y anuncios publicitarios, un cómodo traje negro de camiseta y pantalón de sport, "lo más adecuado para la labor que realizamos", tal como señala divertida por la comparación.