Los vehículos más contaminantes pagarán a partir del próximo 27 de octubre una tasa de hasta 25 libras diarias (33,5 euros) para entrar en el centro de Londres, según anunció hoy el alcalde de la capital británica, Ken Livingstone. La tasa máxima se aplicará a los coches cuya emisión contaminante rebase los 225 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, así como a aquellos vehículos con matrículas registradas antes de marzo del 2001 y con motores de más de 3.000 centímetros cúbicos.

Los turismos menos contaminantes -con emisiones por debajo de los 120 gramos de CO2 por kilómetro- estarán eximidos de pagar cualquier tasa. El objetivo de esta medida, orientada especialmente a coches de lujo, deportivos y 4x4, es reducir las emisiones de gases contaminantes de Londres en un 60 por ciento cuando llegue el año 2025.

A este respecto, el alcalde explicó que la tasa de CO2 "animará a la gente a pasarse a los vehículos más limpios o al transporte público" y servirá para que "los que sigan conduciendo los coches más contaminantes ayuden a pagar el daño medioambiental que causan". La instauración de esta medida no comporta, sin embargo, la anulación de las 8 libras (unos 10,7 euros) que todo vehículo debe pagar para entrar en el centro de Londres en concepto de tasa de circulación.

El organismo que gestiona el transporte metropolitano de Londres, el Transport for London, cifró en 33.000 los vehículos que a partir del mes de octubre deberían pagar la tasa máxima de contaminación de 25 libras. De éstos, se calcula que dos tercios dejarán de circular por la zona. Con la recaudación, que se estima será de entre 30 y 50 millones de libras (de 40,2 a 67 millones de euros), el Ayuntamiento londinense pretende llevar a cabo nuevas iniciativas para los ciclistas y los viandantes.

En este sentido, Livingstone anunció su intención de crear carriles exclusivos para los ciclistas y, en la misma línea, se pretende instaurar un sistema de alquiler de bicicletas inspirado en el que ya existe en la ciudad de París.