La Guardia Civil retiró ayer, antes de que estallaran, dos artefactos explosivos de fabricación casera colocados frente a las sedes de los locales del Partido Popular de las localidades pontevedresas de Sanxenxo y Poio. Un tercer artefacto incendiario sí fue efectivo y provocó un incendio en un camión del Ejército que participaba en las tareas de limpieza de las playas de Carnota (A Coruña).

Las fuerzas de seguridad creen que todos estos sucesos están relacionados, ya que los materiales usados son similares. Aunque en un principio la Guardia Civil detuvo a un madrileño con antecedentes y causas pendientes que se había colado en un bus universitario como voluntario, todo apunta a que los atentados son obra de independentistas radicales gallegos.

El modus operandi es muy similar al registrado hace un año en un sabotaje a las obras de la Cidade da Cultura, en Santiago, que fue reivindicado por un grupo de estas características. Uno de los explosivos se localizó ayer, a media mañana, frente a la sede del PP en Sanxenxo (Pontevedra). El artefacto no explotó porque la cinta aislante en el que estaba envuelta estranguló la mecha.

Otro artefacto incendiario similar se localizó en la sede del PP en Poio (Pontevedra). El explosivo no se activó porque falló la mecha del detonante.