La Comisión propuso ayer a los países de la Unión Europea (UE) endurecer las normas de seguridad y los controles de las plataformas de extracción de petróleo en aguas profundas para evitar una catástrofe como la del golfo de México. La iniciativa pretende convertir en normativa general las prácticas de seguridad noruegas, las mejores de Europa.

Bajo presión británica, el comisario de Energía, Günther Oettinger, tuvo que renunciar a su plan de suspender temporalmente la autorización de nuevas perforaciones petroleras marítimas en la zona europea. La rectificación de Oettinger se produjo al día siguiente de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciase el levantamiento de la moratoria en el golfo de México.

El Parlamento Europeo también se pronunció la semana pasada en contra de paralizar las autorizaciones para extraer petróleo en el mar. En su lugar, el Ejecutivo comunitario propuso que los permisos estén condicionados al respeto de normas de seguridad más estrictas comunes a nivel europeo. "La seguridad no es negociable", subrayó Oettinger.

Las compañías petroleras deberán disponer de un plan de emergencia y demostrar que cuentan con medios financieros suficientes para pagar por los daños medioambientales que pueda causar un accidente en su planta. Las indemnizaciones tendrán que cubrir los perjuicios ocasionados a hasta 370 kilómetros desde la costa.

SUPERVISION INDEPENDIENTE La eficacia de los controles de seguridad que realicen las autoridades nacionales deberá ser evaluada por expertos independientes, explicó Oettinger.

Actualmente hay unas 900 instalaciones de extracción de petróleo en alta mar en las costas de la UE. Más de la mitad (486) se hallan en zona británica, por lo que Londres no cesó hasta lograr que Oettinger renunciara a la idea de una moratoria de nuevas perforaciones. En las costas españolas hay dos plataformas operativas. Holanda cuenta con 181 instalaciones e Italia tiene 123.