La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac), dependiente del Ministerio de Fomento, ha publicado una "nota de progreso" sobre la investigación del accidente del avión de Spanair ocurrido en el aeropuerto de Madrid-Barajas el 20 de agosto del 2008, que costó la vida a 154 personas y afirman que están trabajando en la elaboración del informe final de la investigación, con el objetivo de disponer de un proyecto de informe final en diciembre del 2010.

Esta "nota de progreso" corresponde a un informe anterior al definitivo que se espera entregar a las partes implicadas antes de finales de año para que realicen las alegaciones que crean oportunas, así como sus comentarios. Una vez cumplido ese trámite se podrá publicar el informe definitivo sobre las causas que motivaron que el McDonnell Douglas DC9 (MD-82) de Spanair, matrícula EC-HFP, sufriese un accidente cuando despegaba en el aeropuerto de Madrid-Barajas.

En cuanto a los detalles del accidente, la CIAIAC se remite al informe "interino" publicado con fecha 4 de agosto del 2009, donde aparece una descripción más exhaustiva del vuelo, la investigación hasta ese momento y las recomendaciones sobre seguridad.

SISTEMA DE ADVERTENCIA INADECUADO

No obstante, la comunicación incide en que el despegue se realizó con una configuración inapropiada y no aprobada, al estar los flaps y los slaps (alerones para facilitar el despegue y el aterrizaje) totalmente retraídos.

También hay una referencia a lo apuntado en el informe anterior sobre que el sistema de advertencia de configuración inadecuada para el despegue (TOWS) con el que iba equipado el avión no se activó.

Desde el 4 de agosto de 2009 la investigación del accidente ha ido completando algunos aspectos pendientes de la misma, analizando los elementos materiales recuperados, el funcionamiento de las estructuras, la supervivencia en el lugar del accidente y la coordinación de los servicios aeroportuarios.

El avión de Spanair, un MD-82. del vuelo JF3022 con destino a Gran Canaria, sufrió el accidente en el momento del despegue en el aeropuerto de Barajas en el que fallecieron 154 personas, de ellas 148 pasajeros y seis tripulantes, y sobrevivieron 18.

Desde el 20 de agosto de 2008, fecha del accidente, el Ministerio de Fomento ha adoptado una serie de medidas que refuerza la seguridad operacional, como por ejemplo la tramitación parlamentaria del proyecto de ley por el que se establece el Programa estatal de seguridad operacional y se modifica la ley de seguridad aérea.

También se ha fortalecido la independencia de los miembros de la Comisión de investigación; un nuevo reglamento sobre los tiempos de actividad de los pilotos, y se ha impulsado la nueva normativa en materia de investigación y prevención de accidentes e incidentes de aviación civil en Europa.