Israel considera que la beatificación del papa Pío XII "es un asunto interno de la iglesia", pero al mismo tiempo reafirma que es "vital" que el Vaticano abra totalmente sus archivos para poder juzgar históricamente la actitud de aquel papa sobre el Holocausto. La toma de posición del ministro de Exteriores de Israel, Ygal Palmor, al día siguiente del anuncio de Benedicto XVI de proceder en la beatificación de Pío XII y Juan Pablo II, constituye la opinión más conciliadora sobre un caso que se arrastra desde hace más de 10 años. El anuncio del Vaticano ocurre tres semanas antes de una visita de Joseph Ratzinger a la sinagoga de Roma.

La decisión "no demuestra una gran sensibilidad con relación a las preocupaciones de la comunidad judía", dijo también desde Israel David Rosen, rabino consejero para el diálogo con las otras religiones. Riccardo Di Segni, gran rabino de Roma, Renzo Gattegna, presidente de las comunidades judías de Italia, y el presidente de la comunidad judía de Roma, Ricardo Pacifici, firmaron ayer una nota conjunta en la que afirman que "si la decisión del Papa debiera implicar un juicio definitivo y unilateral de la obra histórica de Pío XII, insistimos en que nuestra evaluación sigue siendo crítica". Giuseppe Laras, presidente de la Asamblea Rabínica de Italia, explicó ayer que "como ya se dijo en el pasado, a pesar de los méritos de haber salvado a un cierto número de judíos, aquel papa no tomó una posición pública oficial contra el Holocausto". Laras añadió que Pío XII "no supo gritar fuerte su oposición" contra aquel episodio.

Antes de viajar a Israel, este año, Benedicto XVI, pidió "perdón a los judíos por todas las injusticias", pero cuando estuvo allí no visitó el museo del Holocausto. Meses antes, Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, señaló que "la beatificación de Pío XII es un asunto religioso que exige el respeto de todos". En octubre del pasado año el Papa pronunció una alabanza pública de Pío XII, lamentando que "en los últimos años haya prevalecido solo un aspecto de su figura". La comunidad judía insiste en que se haga pública la documentación existente sobre el polémico pontificado de Pío XII.