PROHIBICION

El Papa aprovechó el discurso ante los 116 obispos de la Conferencia Episcopal Francesa, con los que se reunió ayer en Lourdes, para recordarles que los sacerdotes que permiten comulgar a parejas de católicos que han vuelto a casarse por lo civil están infringiendo las enseñanzas de la Iglesia. Es más, añadió que estaba expresamente prohibido por una exhortación apostólica: la indisolubilidad del matrimonio es un precepto inalterable que goza de todas las bendiciones.

SOLO AFECTO

Benedicto XVI, que en la homilía de la mañana se refirió a las virtudes de la fidelidad en el matrimonio, explicó que negar la comunión a los divorciados no impide que se les proporcione afecto y comprensión. Sin embargo, que un cura los bendiga "podría dar la impresión de que han existido nuevas nupcias sacramentalmente válidas e inducir a error sobre la indisolubilidad del matrimonio".

LEYES CULPABLES

También aludió a la crisis de la familia, que achacó a las leyes promulgadas en diferentes países que "no buscan el bien común, sino acomodarse a las costumbres o reivindicaciones de las personas", argumentó, exhibiendo su faceta más ortodoxa.