El que quiere comer fruta fresca y busca calidad y variedad acude a la frutería; el que busca pan y pide algo más que una baguette porque le gusta premiar su paladar, se dirige a la panadería y quien no se conforma con enfundar sus ratos de placer en cualquier cobertura de látex, tiene la posibilidad de acudir en Badajoz a una condonería: La Manzana de Eva , una tienda especializada en la venta de preservativos de todos los sabores, tamaños y texturas, que en los seis meses que lleva abierta en la calle San Juan ya se ha ganado la confianza de una clientela sana, divertida y atrevida, que no tiene reparos en entrar a probar y experimentar.

La promotora e ideóloga de este singular negocio, del que no existen otros en la región, aunque sí en España, es Eva Berzas. La Manzana de Eva no es una franquicia. Su dueña dice que el nombre de la tienda no es por ella, sino por el logotipo: la fruta prohibida del Paraíso. A pesar de su singularidad, Eva quiere que su tienda se conozca como un establecimiento normal, que atiende una demanda, para que nadie piense que va a encontrar "el no va más".

La iniciativa surgió porque Eva quería montar un negocio, pensó en dedicarse a la restauración de muebles, pero no estaba muy convencida de que resultase rentable. Buscando en internet dio con la idea y se dijo a sí misma: "pues esto sí que lo controlo yo". A esta mujer siempre le ha encantado la literatura erótica "y estos temas" y empezó a buscar proveedores.

Tardó un año en dar forma a la iniciativa porque dice que es muy difícil encontrar la mercancía a buen precio, ya que existen muchos intermediarios.

En los expositores de La Manzana de Eva se distribuyen sobre todo cajas de condones de diferentes marcas, lubricantes, aceites de masajes comestibles, de fresa, plátano, naranja, melocotón, sandía, chocolate, vainilla, y también algunos objetos propios de sexshop, como vibradores, golosinas con formas atrevidas, lencería, juegos de pareja y de grupo y libros de contenido erótico. Sólo Durex tiene 13 clases diferentes de profilácticos, aunque en las farmacias sólo se vendan los ´naturales´. Cambia el tamaño, el grosor del látex, los sabores, las formas, más anchos, menos, largos, cortos, retardantes, estriados, granulados ...

Los estriados son los más demandados. Algunos tienen la textura fuera, para proporcionar mayor placer a la pareja; otros dentro, para la autocomplacencia. Varias marcas incluso combinan dentro y fuera. Hay días que se venden más de 200 condones de colores y sabores, sueltos, a 80 céntimos. Hay clientes que entran y como en una tienda de chucherías, eligen un surtido. La clientela es de todas las edades, fundamentalmente femenina, "aunque cada vez vienen más hombres". Se avisa: por cuestiones de higiene, no se admiten devoluciones.