Se puede salir de un pleno municipal en estado de embriaguez siendo la mano derecha del alcalde? A tenor de la peripecia vivida el martes por el teniente de alcalde de la localidad madrileña de Leganés, sí. Ese día, el edil socialista Florencio Izquierdo cogió su flamante BMW y lo estrelló de forma sorprendente contra el coche de un joven que circulaba correctamente. Pero lo más llamativo vino cuando en la prueba de alcoholemia que le practicó contra su voluntad la Guardia Civil marcó casi el triple de la tasa permitida. Apenas hacía unos minutos que había terminado el pleno, cuando el relevante concejal fue sorprendido en su nuevo coche con una embriaguez realmente plenaria.

Izquierdo debía de ir pensando en lo bien que marchaba su BMW serie 3 cuando, a eso de las siete de la tarde del martes, 13 enfiló la carretera que une Leganés y Fuenlabrada. Al ir a efectuar un giro, se salió de la rotonda y colisionó con el Seat León de un joven que iba tranquilamente por su carril. El impacto asustó a los testigos del accidente, que no acertaban a explicarse cómo había podido producirse un choque tan violento en una zona tan plácida y tranquila.

Protegerse con la policía Nada más tener lugar el accidente, el concejal, que pasa por ser la mano derecha del alcalde, José Luis Pérez, tiró de móvil ante lo que le venía encima y llamó al suboficial de la policía local de Leganés. Como los toros, buscaba las tablas para protegerse de los diestros de la Guardia Civil. Pero no le dio tiempo. Al lugar acudieron los guardia civiles, que enseguida se percataron del sospechoso estado de embriaguez en que se encontraba el edil. Este intentó quitárselos de encima con una larga cambiada. Es decir, con el argumento de que el atestado debería hacerlo la policía y no la Guardia Civil.

El problema era que la fortuna había sido traviesa con el teniente de alcalde y había situado su BMW unos 25 metros fuera del término municipal de Leganés, una ciudad de 187.000 habitantes que cuenta con facultades universitarias y con el orgullo de haber tenido a su equipo de fútbol unos años en la Segunda División A. Esa escasa distancia dejaba vendido y a merced de los guardias, que no dudaron en practicarle la prueba de alcoholemia. Izquierdo dio 0,61 miligramos en aire expirado, con lo que dejó muy atrás el máximo de 0,25 que dice la ley.

Multa y seis puntosSi la reforma que prepara el Gobierno estuviese vigente, habría cometido un delito penado con cárcel al haber superado los 0,60 miligramos. Al no ser así, el castigo podría quedar en multa de 600 euros y la retirada de seis puntos del carnet. Izquierdo tendrá que afrontar, pues, sus responsabilidades, pese a que, según los testigos, intentó evitar la justa embestida de los guardias civiles apelando a su condición de teniente de alcalde.

Otro que tendrá que responder por algo parecido es el alcalde socialista de San Sebastián de los Ballesteros (Córdoba), Mateo Luna, a quien el juez condenó ayer a 10 meses de retirada del carnet y a una multa de 1.120 euros por conducir ebrio e insultar a los guardias civiles que le hicieron el test.