Todos con Marc Marginedas. Los compañeros de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN Y EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, otros amigos, colegas de profesión y familia se han concentrado ayer y hoy delante de la redacción como muestra de apoyo con el periodista Marc Marginedas, secuestrado por yihadistas desde el 4 de septiembre en Siria mientras desempeñaba su trabajo como enviado especial de EL PERIÓDICO. Unas 500 personas reunieron ayer en la calle de Consell de Cent, número 425, con el objetivo de mostrar nuestra solidaridad con Marc y reclamar su pronta liberación. También se ha realizado una concentración ante la delegación del diario en Madrid. La redacción de EL PERIÓDICO ha convocado a todos los presentes a realizar una concentración cada miércoles, día de la semana en el que fue secuestrado Marc. Por ello, la de Aragón se ha sumado a esta iniciativa y la plantilla de la redacción aragonesa ha salido hoy a la calle.

Marc Marginedas se encuentra retenido en Siria en manos de un grupo de la insurgencia desde el pasado 4 de septiembre, último día en que se puso en contacto con la redacción en Barcelona. Marginedas viajaba en coche junto con el chófer que lo acompañaba cuando fue interceptado por combatientes yihadistas en los alrededores de la ciudad de Hama, en el oeste de Siria. Desde entonces, no se ha podido contactar con él.

Marginedas, un veterano corresponsal de guerra, había entrado en Siria el domingo 1 de septiembre a través de Reyhanli (sur de Turquía) acompañado por opositores del Ejército Libre Sirio (ELS). Desde que estalló el conflicto civil en Siria en el 2011, este era su tercer viaje al país. El objetivo de este nuevo desplazamiento era informar sobre los preparativos para afrontar una intervención militar internacional, que en esos momentos se consideraba muy próxima, e investigar sobre el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco.

Marginedas envió su última crónica el lunes 2 de septiembre desde la localidad de Qasr Ibn Wardan, cerca de Hama, en la que relataba la decepción en las filas rebeldes al ver cómo se alejaba la perspectiva de un ataque inminente estadounidense. "Obama habla, pero no hace nada", era el titular de la crónica que recogía este sentimiento y que fue publicada en este periódico al día siguiente. El miércoles debía mandar un reportaje sobre un pueblo cercano que había sido presuntamente saqueado por el Ejército sirio. Hacia el mediodía se puso en contacto con la redacción pero ya no llegó a enviar su información al ser retenido antes. Ahora, la redacción, la familia y todos sus amigos esperamos su pronta liberación y que cuente sus experiencias como testigo de primera lína del mundo en el que vivimos.