El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, apostó ayer en Lérida por redefinir el delito de asociación ilícita para poderlo aplicar a las "nuevas formas de delincuencia organizada". Así, aseguró que se tendría que rediseñar el ministerio fiscal para poder tener instrumentos más adecuados "para luchar contra estas bandas criminales". Conde-Pumpido hizo estas declaraciones antes de presidir la toma de posesión del nuevo fiscal jefe de Lérida, Juan Francisco Boné.

Según Conde-Pumpido, la introducción de estos parámetros se tiene que tener en cuenta en la reforma del Código Penal. En este sentido, señaló que la semana pasada "la junta de fiscales de sala aprobó una nueva instrucción que, después de redefinir la fiscalía anticorrupción contempla la reorganización de sus competencias para orientarlas en la lucha contra la criminalidad organizada a partir de la incorporación de delegados en cada una de las provincias".

Para el fiscal general, la "criminalidad organizada que se está dando tiene un carácter transnacional" que actúa con una ventaja sobre la justicia porque "de alguna manera los delincuentes van más rápido que los fiscales y las leyes". Pumpido añadió que "no tienen fronteras y nosotros continuamos con una justicia fragmentada entre los diferentes países de la Unión Europea".