Arrepentida --"lo siento de todo corazón", declaró-- y muy avergonzada, la cantante del grupo femenino alemán de pop No Angels, Nadja Benaissa, acusada de haber mantenido relaciones sexuales sin protección y de haber contagiado por ello el virus del sida a un hombre, aceptó ayer la condena a dos años de cárcel que le impuso un tribunal por un delito de "lesión física grave". La artista, que quedará en régimen de libertad condicional, tendrá que prestar 300 horas de trabajos comunitarios.

La condena se corresponde con lo que habían solicitado la fiscalía y la acusación particular, en un juicio que ha sido seguido con gran expectación por los medios de comunicación. A la artista, de 28 años, se le imputaba haber mantenido relaciones sexuales, a pesar de saberse portadora del virus, sin la debida protección entre 2004 y 2006 con tres hombres, de los cuales al menos uno fue contagiado con el VIH.

TRAS UN EMBARAZO Según su declaración, durante un embarazo en 1999 se hizo la prueba del sida y, "para su sorpresa", los resultados fueron positivos. Pese a conocer que era portadora del VIH, Benaissa decidió seguir manteniendo relaciones sexuales sin ningún tipo de protección y sin advertir a diferentes sus parejas de que estaba enferma y es portadora.