La Audiencia Provincial de Álava ha condenado a un hombre a 13 años de cárcel y al pago de una indemnización de 60.000 euros por abusar sexualmente de la hija de su pareja durante tres años, desde que la menor tenía nueve.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, declara probado que el hombre abusó sexualmente de forma reiterada de la menor entre 2008 y 2011 y que se aprovechó de su situación de superioridad para, en palabras del Ministerio Fiscal, someterla a una "auténtica exclavitud sexual para goce" de sus "apetencias sexuales".

El tribunal valora para declarar la culpabilidad del agresor el relato "persistente, sincero y creíble" de la menor en sede judicial, que detalló de modo "preciso" sin que se pueda considerar un "discurso aprendido" las penetraciones vaginales, bucales y tocamientos de las que fue objeto "sin su consentimiento válido" aprovechando las ausencias de su madre.

Los jueces de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Álava también tienen presente el relato de la madre e informes periciales que avalan que la menor fue objeto de diversos abusos sexuales.

La sentencia explica que el hombre, que en el momento de los hechos tenía 39 años, llegó a provocar en la menor un complejo de culpa al situarla en competencia con su madre en el ámbito sexual, un comportamiento que es calificado por el tribunal de "perverso".

La Sala considera además que su actitud ha supuesto un "ataque atroz a la libertad sexual" de la menor, que "perdió la inocencia, su libertad sexual, su honor y autoestima" y le ha causado una sintomatología ansioso-depresiva.

La Fiscalía solicitaba para este hombre 15 años de cárcel, lo mismo que la acusación particular y la Asociación Clara Campoamor, en representación de la acusación popular, elevaba la petición de pena a los 18 años y 9 meses por el delito de abuso sexual continuado.

El tribunal reconoce este delito de abuso sexual continuado con la agravante de prevalecimiento, por el hecho de que el hombre se aprovechó de su situación de superioridad frente a la niña, y fija la pena en 13 años de cárcel.

Además de los 13 años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, el tribunal le impone nueve meses de prisión por la tenencia de pornografía infantil, ni podrá acercarse a la menor ni a su madre a menos de 200 metros durante 20 años.

Durante el juicio por estos hechos, que tuvo lugar el pasado mayo, el hombre afirmó que "jamás" abusó de la niña y que la intención de la pequeña era separarle de su madre.