La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Manuel Joaquín B.G. a veintisiete años y nueve meses de prisión por abusos sexuales a dos menores de edad, distribución de pornografía infantil y amenazas, aunque cumplirá un máximo de veinte años de cárcel.

En la sentencia, la Audiencia madrileña considera a Manuel Joaquín, de 58 años, con nacionalidad estadounidense y española, autor de dos delitos de abusos sexuales, un delito de descubrimiento y revelación de secretos, dos delitos de pornografía infantil, un delito de exhibicionismo y provocación sexual, un delito contra la integridad moral y un delito de amenazas.

En la resolución, se considera probado que Manuel Joaquín, sin antecedentes penales, ingeniero de sistemas de energía avanzada y con importantes conocimientos de informática, ocultó sus datos de sexo y edad reales para introducirse entre los años 2006 y 2011 en comunidades virtuales de internet -como un chat de Terra y canales temáticos utilizados por menores de edad- con fines sexuales.

Los magistrados de la Sección Decimoquinta de la Audiencia de Madrid explican que, según el artículo 76.1 del Código Penal, el máximo de cumplimiento efectivo será de veinte años.

La pena más grave que se le ha impuesto al procesado ha sido la de nueve años de prisión por abusos sexuales a una menor con la que se puso en contacto en el año 2007 a través de un chat de Terra y que entonces tenía 12 años.

Con el avatar de "un chico atractivo" de 17 años, el acusado inició por correo electrónico una relación de amistad con la menor y le hizo ver que se había enamorado de ella para lograr que le mandara una grabación de contenido sexual.

El procesado mantuvo relaciones sexuales con la menor en dos hoteles de Madrid, donde la esperaba en una habitación a oscuras con el propósito de mantener oculta su edad, hasta que ella comprobó que el acusado no se correspondía con quien decía ser y representaba una edad superior a la que manifestaba, de acuerdo con la sentencia.

Durante esos encuentros, el acusado llevó una cámara de vídeo y obtuvo imágenes de contenido sexual de la menor, unas veces con su conocimiento y en otras ocasiones sin su conocimiento.

Cuando la menor intentó finalizar la relación sentimental en el año 2009, el procesado comenzó a enviarle correos electrónicos para atemorizarla y conminarla a que mantuviera la relación con él.

La menor recibió mensajes "intimidatorios, humillantes y de chantaje" del acusado hasta el mes de noviembre de 2011 en que finalmente lo denunció a la Policía.

A consecuencia del proceso de "humillación" y "violencia psíquica" al que fue sometida por el acusado, que la convirtió en un mero "objeto de uso sexual", la menor sufre un trastorno de estrés postraumático que requerirá un tratamiento durante cinco años.

El procesado también ha sido condenado a cuatro años de prisión por abusos sexuales a otra menor con la que contactó en el año 2006 a través de un chat de Terra y que entonces tenía 12 años.

Asimismo, con el avatar de "un chico atractivo" de 17 años, el acusado inició una relación de amistad con la menor a través de conversaciones telemáticas y mantuvo relaciones sexuales con ella en un hotel de Hospitalet de L'Infant, en una habitación a oscuras para mantener oculta su edad.

Mientras el procesado mantuvo la relación con la menor por Internet, la convenció para grabar a través de la webcam vídeos de contenido pornográfico, que él mismo editó y convirtió en diferentes formatos para ser distribuidos.