El Juzgado de Instrucción número 1 de Santander ha condenado a diez meses de prisión a un hombre por pegar y amenazar a su novio, al que no podrá acercarse en el plazo de dos años.

El juez considera probado que el 13 de mayo el acusado inició una discusión con su pareja por una supuesta infidelidad y le propinó varios puñetazos en las costillas y en los brazos mientras le amenazaba con matarle.

El hombre consiguió salir de la casa que compartía con su agresor en la localidad de Muriedas y dirigirse en coche hasta el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde fue asistido de contusiones costales y erosiones en el antebrazo derecho. Durante esa tarde y esa noche el acusado le llamó en varias ocasiones al teléfono móvil para advertirle de que se cuidara porque le iba a matar.

Días después, el 17 de mayo, el agredido fue a buscar a su novio al trabajo después de mantener una conversación telefónica con él y cuando ambos regresaban juntos en coche a casa volvió a amenazarle y a pegarle. Ese mismo día, el hombre abandonó el domicilio y se dictó una orden de protección.

El juez considera estos hechos constitutivos de dos delitos de violencia doméstica, por los que impone al acusado una pena de diez meses de cárcel, y de una falta contra las personas, penada con cuatro días de localización permanente.

El agresor no podrá acercarse a su víctima a una distancia superior a doscientos metros ni comunicarse con ella durante dos años y deberá indemnizar a su pareja con 500 euros.