La Audiencia de Barcelona ha condenado a 10 meses de prisión y dos años de inhabilitación a un mosso d’esquadra por maltratar y humillar a un detenido en la comisaría barcelonesa de Les Corts en abril de 2006. En su sentencia, la Sección 21 condena al agente, Ricard V. por un delito contra la integridad moral, mientras absuelve a otros tres agentes contra los que la víctima también se querelló por presunto maltratarlo.

La setencia declara probado que en abril del 2006 a Marc V. y a un amigo suyo fueron identificados por dos agentes de los Mossos en la calle Sant Salvador de Barcelona, tras haber recibido el aviso de una posible pelea. Como Marc no portaba el DNI, los policías le trasladaron a la comisaria de Gràcia, la más cercana, para poder identificarle. Tras ello, fue puesto en libertad. Sin embargo, en vez de irse, el joven protestó por el «trato recibido» y, después de intentar en vano que los agentes se identificaran, se puso a dar voces e, incluso, «se abalanzó» sobre algún de los agentes.

Protesta, gritos y golpes en los barrotes

Esta situación motivó que Marc fuera detenido por resistencia y atentado a la autoridad y que fuera conducido a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Les Corts, tras previa visita al centro sanitario de Perecamps, en el que no se le observaron lesiones. En la comisaría fue encerrado en una celda e inmovilizado dado que continuaba protestando, gritaba y golpeaba los barrotes, según mantiene la sentencia.

En esa situación, añade el tribunal, varios agentes, entre los que se encuentra el condenado, «le golpearon con una porra y con patadas, conscientes de que no corría peligro ni para ellos ni para el detenido, aprovechando así su superioridad en número y en las funciones que desempeñaban». De esa forma, colocaron a la víctima en «una situación de humillación», además de causarle lesiones de diversa consideración consistentes en policontusiones. El tribunal da credibilidad al relato de la víctima porque es «coherente» y «compatible con el parte de lesiones». La sentencia es contundente y alega que los agentes actuaron de manera «gratuita e injustificada» y usaron una «violencia física.