El Juzgado de la Penal número 1 de Santander ha condenado a 2 años de cárcel a un cuidador del colegio Fernando Arce, de Torrelavega, por abusar sexualmente de un joven con deficiencia mental severa, mientras ejercía sus funciones en este centro de atención a personas con discapacidad.

En una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, el juez declara probado que el acusado fue sorprendido por una compañera de trabajo cogiendo el pene del joven -de 27 años, cuya discapacidad le impide gobernarse por sí mismo-, "para satisfacer sus deseos sexuales" y que le masturbó y le practicó una felación.

En su resolución el juez no aplica para el condenado la medida de alejamiento de la víctima, como solicitaba el Ministerio Fiscal.

El condenado, con antecedentes penales, llevaba en el momento de producirse los abusos diez años trabajando en el colegio, dependiente de la Fundación Asilo Torrelavega -que atiende a discapacidades y personas mayores-, y, según la sentencia, la dirección del centro no avisó a la familia hasta días después, cuando los padres detectaron un comportamiento extraño en el chico.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 3 junio de 2010, cuando el cuidador se ocupaba de un grupo de jóvenes discapacitados en un patio interior del centro.

En ese momento, según recoge la sentencia, otra cuidadora regresó al patio y se sorprendió cuando el joven discapacitado llamó su atención con una mano, ya que el chico no puede hablar debido a su 79 % de discapacidad.

La trabajadora del centro, que testificó en el juicio, descubrió al acusado cogiendo el pene del joven y realizándole una felación, por lo que puso los hechos en conocimiento de la dirección del centro que, según se recoge en la sentencia, dio vacaciones a esta cuidadora.

El condenado negó ante el juez los abusos sexuales y aseguró que lo visto por la otra cuidadora se debía al hecho de que estaba vistiendo de forma correcta al joven, porque éste salió del cuarto de baño "con los calzoncillos subidos por encima de los pantalones".

También explicó que ese comportamiento era habitual en el chico "para llamar la atención", y que debido a su discapacidad necesitaba ayuda y asistencia para ir al baño.

Durante el juicio se tomó declaración a varios educadores y responsables del centro, así como al padre del joven discapacitado quien aseguró ante el juez que tras este incidente su hijo tenía comportamientos extraños que le hizo "hilar" que algo ocurría, y que el propio colegio le confirmó días después.

También explicó que el centro, tras varias reuniones con sus responsables, no quiso denunciar los hechos, por lo que fue la familia la que inició las acciones legales.

En su resolución, el juez absuelve a la Fundación Asilo de Torrelavega como responsable civil subsidiario de estos hechos, por lo que exime a la institución de pagar los 50.000 euros de indemnización por daños morales, que solicitaba la familia del joven.

En declaraciones a Efe, la familia del discapacitado ha anunciado que recurrirá la sentencia, mientras que el presidente de la Fundación Asilo, Luis López Ormazábal, ha reconocido que, a nivel personal, le "cuesta creer" que el acusado haya hecho lo que señala la sentencia, además de recordar que el juez exime de responsabilidad a la institución.

También ha explicado que el acusado no trabaja ya en el centro desde que se produjo la denuncia por parte de los padres.

Sin embargo, ha reconocido que la Fundación "tendrá que estudiar el asunto" si el acusado solicita el retorno a su puesto de trabajo, pero no ha precisado si su salida del centro se debió a un despido o una excedencia.