La conductora de un vehículo autónomo de Uber implicado en un accidente mortal en marzo de 2018 en Arizona, en el sur de Estados Unidos, fue acusada de homicidio involuntario por la justicia estadounidense.

La mujer se declaró no culpable, precisó un comunicado de las autoridades locales difundido el martes.

El automóvil circulaba en Tempe, Arizona, en el marco de un programa de pruebas del sistema de conducción automático desarrollado por Uber cuando la conductora atropelló a una peatona que atravesaba la ruta a pie, de noche, junto a su bicicleta.

"Cuando un conductor toma el volante de un coche, tiene la responsabilidad de controlar y conducir ese vehículo en toda seguridad y en el respeto de las leyes", subrayó la fiscal del condado, Allister Adel.

PRINCIPAL RESPONSABLE

La agencia a cargo de la seguridad de los transportes en Estados Unidos estimó a fines de 2019 que la conductora del vehículo era la principal responsable del choque, ya que fue distraída por su teléfono móvil en el momento del accidente. Pero la agencia también cuestionó a Uber.

Aunque los radares del volante detectaron a la víctima 5,6 segundos antes del impacto, el software no estaba programado para reconocerla como peatona, ya que estaba fuera de un cruce peatonal, dijo la agencia.

El accidente, junto a los que implican a los automóviles Tesla equipados con un software de ayuda a la conducción, forzaron a la mayoría de las empresas implicadas en la tecnología de conducción automática a reevaluar sus sistemas de seguridad.