El debate está servido. Desde que se ha conocido que la Dirección General de Tráfico (DGT) estudia convertir en obligatorio llevar las luces encendidas durante todo el día, expertos y ciudadanos se han lanzado a opinar. La mayoría de los especialistas coinciden en que la medida sería positiva, aunque discrepan sobre su eficacia real y en como aplicarla. Los conductores de a pie, en cambio, no ven la necesidad. Si algo queda claro, por el momento, es que en caso de implantarse, las Luces de Conducción Diurna (LCD) deberían ir precedidas de una intensa campaña informativa entre los ciudadanos.

A FAVOR Los más partidarios son el RACC, la asociación de víctimas Stop Accidentes y el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA). Los dos primeros creen que debería ser obligatorio tanto en carretera como en ciudad. Y en los núcleos urbanos porque a quien más beneficia, según todos los estudios, es a peatones y ciclistas. Tienen más tiempo de reaccionar ante una amenaza de atropello. Lluís Puerto, jefe de seguridad vial de la Fundación RACC, cree que si la medida parece chocante es porque "culturalmente asociamos luz y calor, pero si se implanta de modo progresivo, la gente se acostumbrará". La fundadora de Stop, Ana María Campo, cree "ridículas" las reticencias del director de Tráfico, quien dijo que le cuesta pensar en un coche con las luces abiertas a las tres del mediodía en agosto. "Si con ello se baja el número de muertos no hay más que hablar", considera. Jaume Baró, de CEA espera, por su parte, que este no sea "otro globo sonda de los que lanza de vez en cuando Pere Navarro".

La responsable del Tráfico en Cataluña y la asociación de víctimas Pat-Apat tienen dudas sobre su eficacia en una zona con tanto sol como es España y quieren más estudios antes de la implantación. "Si se demuestra claramente que aquí también ayuda a bajar el número de muertos, debería hacerse ya, pero por ahora no hay datos fehacientes", considera Rafael Olmos, director del Servicio Catalán de Tráfico. Jordi Jané, el diputado de CiU que preside de la subcomisión de seguridad vial del Congreso, comparte esta opinión, aunque preferiría que la medida fuera sólo voluntaria, como en Alemania. "Cuando una parte de los conductores sigan el consejo el resto se sumará al darse cuenta de su eficacia", explica.

SOLUCION INTERMEDIA Antonio Arriola, el director de Tráfico del País Vasco, apunta a una solución intermedia basada en la innovación tecnológica. Algunas casas de coches ya comercializan luces que se activan cuando oscurece. "Se trataría de que se activaran cuando la intensidad lumínica es baja sin llegar a ser de noche: en días nublados, zonas boscosas". Es decir cuando se dan la condiciones habituales en el norte de Europa, donde la medida ha sido muy eficaz.

LOS ESCEPTICOS El RACE y la Asociación Española de la Carretera son los más escépticos. La directora técnica de esta entidad, Elena de la Peña, lo ve "poco necesario". El responsable de seguridad vial del club de automovilistas, Antonio Lucas, cree que "no es una medida prioritaria". Es más partidario de imponerla en determinados vehículos, como los transportes pesados, los de mercancía peligrosas y las emergencias. También pone de relieve los inconvenientes: un consumo adicional de 0,2 litros de bebidas alcohólicas por cada 100 kilómetros y que la motos, las únicas que hoy están obligadas, perderían esta protección adicional.